domingo, 14 de mayo de 2017

Cuando la madurez importa: Vinos de Hielo

Yo creo mucho en el potencial, apuesto por la gente que tiene una velocidad alta de aprendizaje, que es capaz de resolver problemas complejos con soluciones simples, que no copia del pasado sino que adapta y tropicaliza iniciativas. Esa es mi apuesta cada vez que recluto gente; sin embargo, tengo que reconocer que el potencial, cuando viene acompañado de la madurez de la experiencia es supremamente enriquecedor, la combinación del potencial con la madurez de la experiencia hacen que los resultados se multipliquen y el tiempo para esos resultados se minimice. Es difícil encontrar la combinación de ambas; sin embargo, tuve la suerte de encontrarla cuando conocí a una persona en el mundo de Recursos Humanos hace algunos años atrás. Era un hombre maduro, un verdadero socio del negocio, me enseñó lo que ahora yo predico con mi equipo….recursos humanos se debe al negocio…tenía la capacidad de entender las complejidades de la operación y al mismo tiempo entender cómo apalancar las fortalezas de la gente para superar los retos que el negocio y la industria presentaban. Disfruté cada conversación que tuve con esta persona, disfruté aprender de un Recursos Humanos diferente a lo que convencionalmente se espera. Disfruté aprender que Recursos Humanos no era el que hacía feliz a la gente, sino el que podía acompañar al negocio en su estrategia para maximizar los resultados a partir de la gente. Y eso es algo que solo se va aprendiendo con lo da la madurez de la experiencia!
Así tal cual son los Vinos de Hielo (Ice Wine): vinos cuyas cepas se dejan madurar y esperar el frío para ser vendimiadas.
El Vino de Hielo fue descubierto por casualidad, cuando en el año 1794 una helada sorprendió a los viticultores de Alemania (del norte de Baviera), quienes esperaban a que la uva madurara. Como no iban a desperdiciar la cosecha, decidieron vinificar la uva congelada y es ahí cuando descubrieron que el vino elaborado con uva congelada resalta ciertas características de la cepa, haciéndolo muy sabroso, lleno de aromas, dulce, y con una acidez intensa. Ya más adelanta, hacia los años 1846 a 1880, el vino de hielo se extendió por Francia, elaborándose sólo para ocasiones muy especiales. Hoy en día se define Vino de Hielo al vino fermentado de uvas congeladas de forma natural en la cepa, a temperaturas de -8°C a -12°C
El Vino de Hielo es producido en Europa, tanto en Alemania (Rhin) como en Austria; en el norte de USA y el Sur de Canadá; siendo Niágara la mayor región productora de Vino de Hielo del mundo, y destacando estados como Columbia, Ontario, Quebec, entre otros. Argentina ha comenzado recientemente a producir vinos de hielo también.
Para producirlo se emplea principalmente las cepas Riesling y la Gwürztraminer; aunque también se encuentran otras cepas como la Cabernet Sauvignon. Son vinos muy intensos en aromas y sabores, con notas a pasas, ciruelas, notas dulces como la miel o la mermelada, vinos con fuerza, con cuerpo, licorosos, especiados y frescos.
Algo importante en la elaboración de Vinos de Hielo es que las cepas que se dejan madurar hasta la helada deben estar muy sanas (para que puedan mantenerse todo ese tiempo hasta la llegada del frío). No se deben vendimiar las uvas hasta que hayan sido congeladas, para lo cual se requiere una temperatura desde -7°C y hasta -13°C. Lo que hace a este tipo de vino tan especial es la uva congelada, pues lo primero que se congela es el agua de la fruta, logrando que los azúcares del mosto presenten una mayor concentración.
Los Vinos de Hielo suelen ser vinos de alto precio debido principalmente a cinco razones:
1) Sólo los granos en buenas condiciones pueden ser mantenidos hasta la llegada del frío, por lo cual, son pocos los racimos de uva que tienen la dicha de ser convertidos en un Vino de Hielo.
2) La vendimia se hace de madrugada (y ya sabemos que la hora hombre usualmente es más cara en turnos nocturnos)
3) Debido a que sólo se puede emplear el mosto prensado cuando aún no ha sido descongelado, se obtiene sólo una pequeña cantidad de mosto una vez iniciado el estrujado de la uva (pues conforme se estruja más, se va descongelando más, y ese mosto descongelado ya no se emplea para la elaboración del Vino de Hielo)
4) La fermentación toma más tiempo de lo normal (debido a la temperatura y a la alta concentración de azúcares)
5) Finalmente, estos vinos suelen tener un paso por barricas para estabilizar sus aromas y sabores.

Estos vinos son ideales para postres hechos a base de chocolate amargo, tartas como la pastafrola, pastel de manzana, o incluso un crumble de manzana o frutos rojos.  Y también pueden ser disfrutados con quesos intensos en sabor, como un queso azul, un parmesano o un manchego....mil formas para disfrutarlos!

En este caso yo bebí un Vino de Hielo Cabernet Sauvignon, 2013 de Canadá, de la bodega Rollingdale, con unos aromas muy marcados a mermelada de higos...toda una delicia que disfruté con un queso azul!

Si quieres disfrutarlo con un postre, les recomiendo una pastafrola, muy simple de preparar. Aquí la receta!

100 gr. Azúcar
200 gr. Mantequilla
300 gr. Harina sin levadura
1 yema
Mermelada a gusto (recomiendo una de albaricoque)

Amasar todos los ingredientes (excepto la mermelada). Una vez armada la masa, separar 3/4 y forrar la base y bordes de un molde. Rellenar con la mermelada y emplear el resto de la masa para cubrir haciendo palitos y cruzándolos. A disfrutar!